Este
agujero en la sien
desde donde se bailan las musas.
Es una
herida directa tras el gatillo
un puente entre este mundo y todos los otros
entre una
escalera contra la nada
y una ventana que regurgita.
Partículas haciéndose
firmamentos
-la entropía inmersa en este
arte.
Cuando una vena abierta no quiere cerrarse
se hace evidente la danza que brotará de ella:
El ritual del agua escurriéndose entre las piedras
la danza de las musas haciendo de las suyas
tal es la destilación
insostenible
entre las manos.
La sentencia que lo abarca todo:
La palabra también horada huesos enteros
La palabra
también
horada.
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