Sólo me he referido a la relojería del alma, solo transcribí
el dolor de un ajuste malogrado. Soy un total abismo. Aquellos que me creían capaz
de un dolor íntegro, de un hermoso dolo, de angustias completas y carnosas, de
angustias que son una combinación de objetos, una pulverización efervescente de
fuerzas y no un punto detenido
-y sin embargo con impulsos agitados, desarraigantes que
provienen de la confrontación de mis fuerzas con esos abismos de un absoluto
ofertado,
(de la confrontación de fuerzas de volumen poderoso)
Y no hay ya que abismos voluminosos, la detención, el frio
-aquellos que me han atribuido más vida, que me han
imaginado en un menor grado de mi caída, que han supuesto que me encontraba
sumergido en un impulso torturado, en una tenebrosa oscuridad con la que me
debatía,
-están extraviados en las tinieblas del hombre.
...
Y hay un punto fosforoso donde se recupera toda la
realidad, pero distinta, metamorfoseada,...
Extracto de Pesanervios, Antonin Artaud
No hay comentarios:
Publicar un comentario